miércoles, 9 de abril de 2014

TODO UN DETALLE

De dónde vienen ciertas palabras y expresiones comunes, el origen de los nombres, un poco de
historia, algunas leyendas y más en formato reducido, todo un detalle...

 GATO ENCERRADO  

Se dice que "hay gato encerrado" para referenciar algo de cierto valor que se oculta a propósito, normalmente indica datos o información.
La frase tiene su origen en España, pues durante el Siglo de Oro era común que el dinero se guardara en bolsos o talegos hechos de piel de gato. Por extensión, también se les llamó gatos a los ladrones y rateros.
También se cree que proviene del cuento de Edgar Allan Poe "El gato negro", en el que el protagonista asesina a su mujer y la empareda en su propia casa, sin darse cuenta que el gato queda con ella (el animal lo delatará con sus maullidos al llegar la policía).
En la actualidad los argentinos les llamamos gatos a los gatos, a cierto baile folclórico y a su música y a los ‘criques’ usados para levantar cosas pesadas; no obstante, en lenguaje coloquial, también se les llama así a ciertas señoritas de hábitos disipados que acostumbran a recorrer la noche… como los gatos.


 TENIS

El origen de juegos de pelota similares al tenis se remonta a la antigüedad, habitualmente se jugaban en ceremonias religiosas en honor a la fertilidad en primavera y en diversas  celebraciones militares.
Curiosamente la palabra tiene distintos orígenes posibles, pero todos presentan una lógica relación con la actualidad. Para algunos deriva de los egipcios, quienes realizaban sus ceremonias en la ciudad de “Tinnis” al margen del Nilo. Para los romanos era “tenisca o toenia”, y se refería a una cinta tendida en el campo de juego para dividirlo en dos mitades.
Ya en el siglo XVI, se usaba para el juego el término inglés “tennis” como una deformación de la voz francesa «tennez», que significa algo así como «¡tenga usted!», que era lo que gritaban los jugadores para avisar a sus contrincantes cuando iban a ejecutar un saque.

LA GRAN MURALLA CHINA  

Se dice que es la única construcción humana visible desde la Luna.  Esto es falso. De hecho aún desde el  transbordador espacial a 290 km de altura es prácticamente indistinguible pues es muy delgada y tiene prácticamente el mismo color del terreno a su lado.  En cambio sí son visibles aeropuertos, carreteras, presas, etc.  Pero una vez dejando la órbita terrestre a pocos miles de kilómetros ya no es visible ninguna construcción.
Lo curioso es que esta creencia es anterior al lanzamiento de satélites artificiales pues ya en 1938 Richard Halliburton la publicó en su libro sobre  maravillas de oriente.

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