lunes, 31 de marzo de 2014

EL MATE (leyenda quechua)



Del quichua máti "calabacita".
Esta infusión fue utilizada originariamente por los indios guaraníes, quienes utilizaban la yerba mate. Los Jesuitas, que se establecieron en la zona que hoy ocupa la provincia de Misiones, mejoraron su cultivo, por lo que allí se ubican los mejores yerbatales.
Actualmente la yerba (hoja de yerba mate picada) se puede adquirir en paquetes de 1/2 y 1 kilo, y en la región productora, fraccionada en bolsitas.

El recipiente en el que se ceba el mate, es el "mate", que puede ser el tradicional, hecho de calabaza curada, o un jarrito de loza o enlozado, o madera. La infusión se toma con bombilla,  y se puede cebar dulce o amargo. El recipiente que contiene el agua para la cebadura es la pava, cuya agua se considera "a punto" unos grados anteriores a la ebullición. Si el agua hierve, no sirve para el mate.  Esta costumbre es bien hogareña en Argentina, aunque se ha popularizado, y actualmente hay lugares en donde se usan termos, para trasladarse con el equipo de mate, para tomarlo en cualquier lugar u ocasión.


OTRAS LEYENDAS SOBRE EL MATE
Yasí (la luna) quiso recorrer la tierra, entonces tomó forma humana y junto a la nube Araí caminaron por los montes admirando los paisajes. Era el mediodía, el ruido del bosque no les permitió escuchar los pasos sigilosos del yaguareté que las acorraló presto a comerlas. Apareció entonces un guerrero guaraní que mató de un flechazo al animal. Yasí agradecida, se acercó al bravo hombre y le dijo que como premio por salvarle la vida, encontraría al levantarse al día siguiente frente a su choza una nueva planta, la que debía arrancarle hojas, tostarlas, colocarles en un recipiente para luego agregar agua caliente y chupar con una cañita el líquido. De ese modo obtendría alivio a su cansancio, durante las largas jornadas de marcha tras una presa. Así lo hizo el hombre dando nacimiento a la Yerba Mate.

Cierto día, Dios quiso probar el comportamiento de sus ciervos, entonces descendió a la tierra acompañado de San Juan y San Pedro. Se internó en lejanos bosques llegando hasta el rancho de un viejito que lo habitaba acompañado de su hija, una joven virgen de singular belleza. La tenía escondida, para que su alma argentina no se contamine con la maldad de los hombres. Los recién llegados piden asilo al viejo que no duda en hacerlo compartiendo con ellos su mísera comida. En agradecimiento Dios convierte a la joven en la planta de Yerba Mate, que aunque la corten, vuelve a rebrotar, permaneciendo siempre verde y ofrece una bebida generosa para la salud.

Literatura Argentina- Juan B. Ambrosetti
 

miércoles, 26 de marzo de 2014

TODO UN DETALLE

De dónde vienen ciertas palabras y expresiones comunes, el origen de los nombres, un poco de
historia, algunas leyendas y más en formato reducido, todo un detalle...

BIQUINI o BIKINI



Traje de baño inventado por una compañía francesa en 1946. Nombrado así por la isla Bikini en Hawai, 
donde Estados Unidos llevaba a cabo pruebas nucleares causando revuelo pues desalojó a sus pobladores. 
Seleccionaron el nombre por ser una palabra que estaba de moda ese año y porque creían que la prenda
tendría un impacto explosivo.

TENER VISTA DE LINCE




No hace referencia, como suponemos, a la capacidad visual de este felino sino más bien a Linceo,
un héroe de la mitología griega, poseedor de una vista prodigiosa inclusive capaz de ver a través de
los objetos. Era primo de Cástor y Pólux y participó de la expedición de los argonautas.

PACO 



Entre las versiones de su origen se dice que viene desde San Francisco de Asís a quién le llamaban
PAter COmunitas, también porque Francisco se escribía Phrancisco y se abreviaba Phco y para poderlo
pronunciar se decía Paco. Pero lo más probable es que sea un hipocorístico o sea una palabra con origen
en la forma de hablar de los niños, ya que si le pedimos que diga Francisco, lo más probable es que
pronuncie  Paquico o Paco ya que ni la  F ni la  R están entre las primeras consonantes que usa un niño.


lunes, 17 de marzo de 2014

AGENDALOMZA: El Le Parc espera por el Ida y Vuelta entre Mendoza y Buenos Aires



Desde el jueves 20 al domingo 23 de marzo. En el espacio cultural de Guaymallén se realizará el festival de teatro “Ida y Vuelta”. Se presentan obras porteñas y el año que viene, los elencos mendocinos actuarán en Capital. Mirá la grilla en la siguiente nota.
“Buenos Aires – Mendoza Ida y Vuelta”, es un festival de artes escénicas compuesto por compañías independientes porteñas y mendocinas. Un emprendimiento conjunto realizado entre el Espacio Cultural Julio le Parc y Timbre 4.  Este se divide en dos etapas, la primera parte (Ida) se realizará del 20 al 23 de marzo del 2014, en la ciudad de Mendoza, donde se presentarán las obras porteñas seleccionadas. 
La segunda etapa (Vuelta) se llevará a cabo en Buenos Aires, en febrero de 2015, donde el espacio Timbre 4 recibirá piezas mendocinas. Además de la presentación de obras teatrales se realizarán talleres dictados por Timbre 4, Jacob Mendilaharzu y Jorge Eiro. Así mismo, luego de finalizar cada pieza se hará un debate entre las compañías y el público asistente moderado por el programa EPA del Espacio Cultural Julio Le Parc .
ENTRADAS
OBRAS: Entrada gral. por obra: $50 – estudiantes y jubilados: $40| Abono por 8 obras: $150
TALLERES: $150 por taller | $300 por los 3 talleres
INSCRIPCIÓN TALLERES: Completando el siguiente formulario online: http://goo.gl/uel9VD 

PROGRAMACIÓN COMPLETA:
http://www.agendalomza.com

MITOS Y LEYENDAS ARGENTINAS



MARIANA LA INDÍGENA (leyenda de San Juan)
Esta antigua leyenda sanjuanina cuenta que Mariana era un hermosa india que de vez en cuando aparecía por el pueblo, pero que nadie sabía dónde vivía. Ella no hablaba con nadie, llegaba al poblado y vendía unas pepitas de oro que traía en una bolsa. Luego se marchaba silenciosa.
Esta actitud sumada a que en el pueblo desconocían de donde venia y hacia donde iba, hicieron que fuese creándose un misterio en torno a ella. Unas mujeres dijeron que la habían visto hablando con los animales, pero los hombres no les creyeron. Inclusive, dicen que un campesino se atrevió a preguntarle de dónde sacaba las pepitas de oro y que ella respondió.
- de un pocito y apuró su paso.

Retrato Indígena  (Galería Piedad Hoyos)
Para descansar, se recostaba a la sombra de un árbol que parecía haber elegido con ese fin, porque era siempre el mismo. Se alimentaba de frutas silvestres.
Una noche, unos bandidos que la habían estado vigilando con el propósito de robarle el oro, la sorprendieron dormida debajo del árbol e intentaron tomarla por asalto pero, de la nada, un enorme perro con ojos que lanzaban fuego, se abalanzó sobre el grupo hasta espantarlos.
Dicen que el mismo grupo, tomando más precauciones, decidió seguirla para descubrir de dónde provenía el oro.  La leyenda cuenta que se internaron en el cerro y que nunca más aparecieron.
El nombre del departamento de Pocitos (San Juan) tiene su origen en esta leyenda. Al parecer, fue allí que la india habló con el campesino y le dijo de dónde sacaba el oro.
Literatura Argentina- Juan B. Ambrosetti
 

viernes, 14 de marzo de 2014

MITOS Y LEYENDAS ARGENTINAS



La Leyenda es el eslabón que une la prehistoria con la Historia misma. Y en verdad, la historia del hombre en su período nebuloso no es más que una sucesión de leyendas. Cada vez que el ser humano se encontró ante enigmas indescifrables o simplemente ante hechos inexplicables, buscó en la fantasía el origen y desenlace del enigma, de acuerdo a su sensibilidad, psicología y mentalidad. La leyenda es la reacción del hombre ante lo inexplicable
(Lázaro Flury - Prof. de Folklore - Investigación Folklórica)



PUENTE DEL INCA (leyenda de Mendoza)
Una vez hubo un inca sumamente generoso; amaba a su gente deseando para todos un imperio rico y soberano. Se preocupaba por igual de los proble­mas de la vida diaria como de salir a recorrer su territorio de un extremo a otro, tratando de conquistar nuevas tierras. Para continuar con la tradición de sus antepasados jamás invadía un territorio a la fuerza. Primero invitaba a los pobladores a formar parte de sus dominios; a cambio ofrecía enseñarles a sembrar y aseguraba que nunca les faltaría tierra ni comida. De esta manera, casi nunca era necesario luchar. Un día el inca cayó gravemente enfermo. Ni los sacerdotes ni los hechiceros pudieron descubrir de cuál mal se trataba; el hijo de Inti (Inti es el dios Sol) se agravaba cada vez más y todos temieron por su vida.
Hasta que una tarde, los chasquis que corrían velozmente de una posta a otra y transmitían las noticias de pueblo en pueblo, avisaron a los servidores del inca, que en el Sur existía el remedio que podría curado. Inmediatamente, comenzaron los preparativos para la travesía a lo largo de la cordillera y cuando todo quedó listo, partieron desde Cuzco, capital del Imperio, en busca del tan preciado remedio. Una de las cosas que más enorgullecía a los incas, eran los caminos de piedras que se extendían en todo su territorio. Por ellos anduvieron atravesando valles y montañas; cuando llegaba la noche, acampaban alrededor de las posadas que se levantaban a los costados del camino. Adentro de la posada descansaba el inca para reponer sus fuerzas. No se desalentaron en ningún momento a pesar de la dura y larga travesía; una esperanza mucho más fuerte que todo eso los alentaba e incitaba a seguir adelante. Querían mucho a su monarca y deseaban fervientemente que recuperara la salud lo antes posible. Continuaron la marcha por muchos días hasta que por fin, encon­traron el nacimiento de un río que corría paralelo al camino y siguieron en esa dirección. Las aguas bajaban torrencialmente y levantaban nubes de finísimas gotas al estrellarse contra las rocas y el ruido de la turbulenta corriente quebraba el silencio de la imponente cordillera. Los peregrinos siguieron su camino hasta llegar a un punto donde el río cambió su curso en una pronunciada curva al Este, cerrándoles el paso. Ahí, su caudal era mucho más profundo y su torrente hacía imposible el cruce a la otra orilla.


Hicieron un alto y acamparon decididos a buscar un lugar por dónde poder atravesar. Fue así que formaron grupos dirigidos por un guía y se turnaron; mientras unos descansaban otros recorrían la zona tratando de encontrar el paso. Desgraciadamente no tuvieron suerte y los grupos volvían cada vez más desalentados de sus expediciones, hasta que por fin se dieron por vencidos y formaron un consejo para decidir qué se haría y después de muchas discusiones y cambios de ideas, llegaron a la triste conclusión de que debían volver. Abatidos, pensaron que su monarca, cansado por el viaje, no podría resistir el regreso y era probable que no volviera a ver a su querido Cuzco.
Se dispusieron a pasar la noche en ese lugar, para iniciar al otro día el retorno. Rodearon al inca tratando de estar más juntos y unidos que nunca, como para darse entre sí, el valor y la fuerza que necesitaban para volver y como para protegerse de esa gran pena que los invadía en cada momento. Mientras tanto, Inti, que ya se estaba por ocultar en el horizonte, vio lo que ocurría. La hazaña que los incas habían sido capaces de realizar por amor a su monarca, no escapó a la vista del dios y quiso premiar el fervor de este grupo abnegado de súbditos. Entonces consultó con Mama Quilla, la Luna, y entre los dos decidieron ayudarlos inmediatamente. Al amanecer del día siguiente, los incas, entre dormidos y despiertos, vieron azorados frente a ellos un ancho puente tendido que les señalaba el camino. Los dioses lo habían construido para que pudieran pasar. y así, llenos de alegría, reanudaron la marcha con nuevas esperanzas.
Tuvieron mucho que andar todavía y el inca se agravaba más y más, ya ni siquiera abría los ojos para observar a su gente, como lo hacía antes; ninguna palabra volvió a salir de su boca y dormitaba permanentemente. Obligados a hacer muchos altos en el camino porque se fatigaba con facilidad, la marcha se hizo más lenta y penosa, pero no desfalle­cieron en ningún momento.
Por fin llegaron al lugar indicado; de inmediato se distribuyeron las tareas, mientras unos buscaban las hierbas medicinales, otros construyeron una gran tienda para alojar a su monarca e instalar todo lo necesario para su curación. No fue en vano todo el extraordinario esfuerzo que le dedicaron; en poco tiempo empezó a mejorar para alegría de todos. Entonces emprendieron el regreso entre cantos y oraciones de agradecimientos a sus dioses. Los chasquis corrieron velozmente delante de ellos y llevaron la buena nueva. Todo el pueblo los esperó ansioso y preparó grandes festejos en su honor. Los templos se vieron resplandecientes, ya listos para ceremonias y ritos.
El inca entró en la capital, totalmente repuesto; su pueblo lo saludó con cariño y lo acompañó hasta su morada. Poco tiempo después, el hijo de Inti volvió a reinar en el Imperio. Desde entonces, al noroeste de la provincia de Mendoza, donde pasa el río Las Cuevas, el mismo que interrumpió el paso de los peregrinos, se levanta el Puente del Inca que unió las dos orillas y debajo de su arco siguen pasando torrencialmente las aguas del río andino.

Literatura Argentina- Juan B. Ambrosetti

FUENTE: http://www.folkloretradiciones.com.ar/superstic_leyendas/