Historia del Teatro Independencia de la Ciudad de Mendoza
El Teatro Independencia fue construido siguiendo los cánones formales
del academicismo francés. Para esto sancionó una ley – la N°832-, y se
llamó a licitación pública que contemplaba la realización de un teatro,
un hotel y un casino.
La licitación se declaró desierta y finalmente el Poder Ejecutivo
aceptó la propuesta del empresario Faustino Da Rosa, en representación
de Mauricio Da Rosa, quien era en ese momento, concesionario del Teatro
Colón de Buenos Aires.
Fue inaugurado el 18 de noviembre de 1925, con la obra “ La Emigrada”
de Vicente Martínez Cuitiño, representada por la Compañía Argentina de
Dramas y Comedias que encabezaba Camila Quiroga, muy famosa actriz.
En esa época, se proyectaban mayormente películas mudas con
acompañamiento de orquesta en vivo. En 1926, con motivo del sexto
aniversario del fallecimiento del Dr. José Néstor Lencinas, se realizó
en el teatro un solemne funeral cívico en su memoria. En enero de 1928
se presentó el Circo Spadoni “80 celebridades mundiales 80”.
En 1940 tiene su primera reforma importante. En esa ocasión se
incorporaron detalles ornamentales de estilo francés con reminiscencias
griegas.
En abril de 1944 se reinauguró con la proyección de la película "Casablanca", hoy todo un clásico.
El 28 de abril de 1956 se le otorga a Jorge Luis Borges el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional de Cuyo.
Desde octubre de 1963 debido a los daños que sufre por un incendio,
debe cerrar sus puertas. Recién a fines de 1964 comienzan las
refacciones y el 25 de septiembre de 1965 se reinauguró con la
presentación del Ballet del Teatro Colón.
Las refacciones de 1972 y 1991 fueron destinadas a brindar mayor
confort a los espectadores, renovar la decoración y hacer tareas de
mantenimiento.
En junio del 2000 vuelve a cerrar y se encara la propuesta más
ambiciosa y definitiva que haya tenido la sala. Se rediseñó íntegramente
el sector artístico y se construyó un edificio nuevo de 1.500 metros
cuadrados, por detrás del edificio antiguo, que cuenta con 5 plantas
donde funcionan las diversas salas de ensayo y espacios de producción
artística.
Para acceder a la confitería del primer piso, fue recuperado el
antiguo ascensor del Plaza Hotel que ahora cuenta con funcionamiento
hidráulico y electrónico
Reabre sus puertas el 21 de septiembre de 2003 con la presentación de
la soprano mendocina radicada en Estados Unidos, Fabiana Bravo, la
Orquesta Filarmónica de la Provincia y los coros de la Ciudad de Mendoza
y la Universidad del Aconcagua.
Fuente: www.cultura.mendoza.gov.ar
Ruinas de San Francisco
Calles Beltrán e Ituzaingó - Ciudad de Mendoza
Son los únicos restos visibles que se conservan de la ciudad antigua, destruida por un terremoto en 1861.
Están ubicados en una esquina de la Plaza Pedro del Castillo, la antigua Plaza Mayor, en la llamada "Área Fundacional".
El templo, que ocupaba más de 11.800 varas cuadradas, fue construido por la Compañía de Jesús en la primera mitad del siglo XVIII.
Estaba consagrado a la Inmaculada Concepción, patrona del Colegio anexo.
Tenía tres naves abovedadas, cúpula sobre el crucero, presbiterio recto y coro alto sobre el nartex.
Luego de la expulsión de los jesuitas, pasó a manos de los franciscanos, hacia 1798. En 1782 fue seriamente deteriorado por un sismo y reparado a principios del siglo XIX, bajo la dirección del arquitecto Ramón Roquer.
Se conservan machones, pilares arranques de bóvedas y -sobre todo- el muro que dividía la iglesia del colegio que, en varios puntos, alcanza alturas considerables.
Los restos, de piedra y ladrillos asentados en cal, dan cuenta de la importancia que tuvo este conjunto.
Aquí se bendijo y juró por primera vez la Bandera de los Andes.
Son los únicos restos visibles que se conservan de la ciudad antigua, destruida por un terremoto en 1861.
Están ubicados en una esquina de la Plaza Pedro del Castillo, la antigua Plaza Mayor, en la llamada "Área Fundacional".
El templo, que ocupaba más de 11.800 varas cuadradas, fue construido por la Compañía de Jesús en la primera mitad del siglo XVIII.
Estaba consagrado a la Inmaculada Concepción, patrona del Colegio anexo.
Tenía tres naves abovedadas, cúpula sobre el crucero, presbiterio recto y coro alto sobre el nartex.
Luego de la expulsión de los jesuitas, pasó a manos de los franciscanos, hacia 1798. En 1782 fue seriamente deteriorado por un sismo y reparado a principios del siglo XIX, bajo la dirección del arquitecto Ramón Roquer.
Se conservan machones, pilares arranques de bóvedas y -sobre todo- el muro que dividía la iglesia del colegio que, en varios puntos, alcanza alturas considerables.
Los restos, de piedra y ladrillos asentados en cal, dan cuenta de la importancia que tuvo este conjunto.
Aquí se bendijo y juró por primera vez la Bandera de los Andes.
FOTOGRAFÍAS RUINAS DE SAN FRANCISCO: Archivo fotográfico de la Nación
FUENTE: http://www.intertournet.com.ar/lugares/mza/ruinasanfco.htm
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