viernes, 25 de abril de 2014

EL NAHUEL HUAPI




La Leyenda es el eslabón que une la prehistoria con la Historia misma. Y en verdad, la historia del hombre en su período nebuloso no es más que una sucesión de leyendas. Cada vez que el ser humano se encontró ante enigmas indescifrables o simplemente ante hechos inexplicables, buscó en la fantasía el origen y desenlace del enigma, de acuerdo a su sensibilidad, psicología y mentalidad. La leyenda es la reacción del hombre ante lo inexplicable
(Lázaro Flury - Prof. de Folklore - Investigación Folklórica)



 EL NAHUEL HUAPI (leyenda araucana)
Cuando las naciones del Sur vivían florecientes, reinando a ambos lados de la Cordillera, una ciudad portentosa proyectaba su luz y su fama a todos los ámbitos del Mapú.
Su esplendor era tal, que hasta allende los mares, gentes de otras razas y colores, habían oído hablar de ella como una creación fantástica de hadas.

Oyeron hablar de ella los Conquistadores, cuando sus plantas ávidas de aventuras pisaron las playas vírgenes de América.  Y unos tras otros se lanzaron febrilmente en busca de la ciudad maravillosa, que se decía repleta de oro, plata y pedrerías.
Estaba emplazada se decía en una pequeña isla del lago Nahuel Huapí, circundada por jardines colgantes y guardada por muros cubiertos de esmeralda...
Avisados sus reyes de la proximidad de los conquistadores, y temerosos que la ciudad mítica fuera ultrajada, resolvieron reducirla a cenizas para que no quedara vestigio de ella. Pero un traun pidió y obtuvo de los soberanos la realización de un Hillatún  en reemplazo de aquella resolución. Se realizó éste para pedir a Guinechén hiciera desaparecer la ciudad
intacta, sin dejar huellas, hasta que se alejaran los invasores. Y así, en un Hillatún que no tuvo precedentes, todos los habitantes de ambas faldas de la cadena andina, pidieron fervientemente el milagro.  Y el milagro se hizo. Al finalizar la primera luna del Hillatún, la isla comenzó a hundirse lentamente en las aguas del lago que eran - dice la tradición - límpidas y profundas.
Guinechén, que tanto amó ese pueblo virtuoso, abrió generosamente el lecho del lago donde se sumergió para siempre la ciudad del embrujo...
Y ahí permanece aún intacta, intangible a las manos profanas que tratan de alcanzarla, hasta que desaparezcan los intrusos, para emerger triunfante con sus collares maravillosos, sus coronas de esmeraldas, su palacios de oro y plata y sus jardines encantados de resplandeciente pedrería...

traun: junta de varios sabios.
Mapú: tierra.
Hillatún: rogativa.


FUENTE: http://www.folkloretradiciones.com.ar/superstic_leyendas/


 

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