MARIANA LA INDÍGENA (leyenda de
San Juan)
Esta
antigua leyenda sanjuanina cuenta que Mariana era un hermosa india que de vez
en cuando aparecía por el pueblo, pero que nadie sabía dónde vivía. Ella no
hablaba con nadie, llegaba al poblado y vendía unas pepitas de oro que traía en
una bolsa. Luego se marchaba silenciosa.
Esta
actitud sumada a que en el pueblo desconocían de donde venia y hacia donde iba,
hicieron que fuese creándose un misterio en torno a ella. Unas mujeres dijeron
que la habían visto hablando con los animales, pero los hombres no les
creyeron. Inclusive, dicen que un campesino se atrevió a preguntarle de dónde
sacaba las pepitas de oro y que ella respondió.
- de
un pocito y apuró su paso.
Retrato Indígena (Galería Piedad Hoyos)
Para
descansar, se recostaba a la sombra de un árbol que parecía haber elegido con
ese fin, porque era siempre el mismo. Se alimentaba de frutas silvestres.
Una
noche, unos bandidos que la habían estado vigilando con el propósito de robarle
el oro, la sorprendieron dormida debajo del árbol e intentaron tomarla por
asalto pero, de la nada, un enorme perro con ojos que lanzaban fuego, se
abalanzó sobre el grupo hasta espantarlos.
Dicen
que el mismo grupo, tomando más precauciones, decidió seguirla para descubrir
de dónde provenía el oro. La leyenda cuenta que se internaron en el cerro
y que nunca más aparecieron.
El
nombre del departamento de Pocitos (San Juan) tiene su origen en esta leyenda.
Al parecer, fue allí que la india habló con el campesino y le dijo de dónde
sacaba el oro.
Literatura Argentina- Juan B.
Ambrosetti
Buen rescate de la mitología autóctona y popular
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